Choque cultural al emigrar

Choque cultural al emigrar

Aunque la emigración es una experiencia única para cada uno, todos los expatriados tienen algo en común. De hecho, todos, sin excepción, experimentaron un choque cultural al llegar a dicho país. Tanto si se trata de un país cercano como Alemania o España, como si se emigra a Japón o América Latina, en un momento u otro habrá de hacerse frente al choque cultural.

Las principales diferencias culturales

La comuniación

El idioma y la comunicación en general serán el primer choque cultural real al que harás frente. De hecho, las diferencias en la forma de comunicarse de las personas pueden provocar frustración o, por el contrario, malentendidos, especialmente en el lugar de trabajo. Muchas culturas prefieren mantener largas discusiones hipotéticas con pocas conclusiones concretas. Así, las reuniones y otras citas pueden ser desestructuradas. Otros, prefieren debates con una estructura clara y bien definida que permita a los participantes resumir fácilmente todo lo dicho. Por lo tanto, debes conocer de antemano el sistema y el entorno del país para asegurarte de que puedes comunicarte eficazmente con las personas nativas.

Las instrucciones

Las plantas pueden clasificarse fácilmente por su enfoque normativo. Las culturas germánicas o asiáticas, por un lado, hacen hincapié en la estructura y el orden, con un enfoque que suele centrarse en las cuestiones prácticas y en hacer las cosas bien. Por otro lado, las culturas mediterráneas tienden a centrarse en la creación de relaciones y en enfoques relevantes para la resolución de problemas. Así que asegúrate de utilizar el enfoque adecuado para la cultura del país.

El humor

Sin embargo, a menudo se descuida el sentido del humor, que es más que subjetivo y completamente específico de cada cultura, pero también de cada país. En numerosas culturas (por ejemplo, la británica y la española), el humor se utiliza para romper el hielo, incluso en un entorno profesional o con un completo desconocido. De hecho, la risa se considera una forma fácil de crear conexiones. En otros países, especialmente en los asiáticos, las bromas pueden ser contraproducentes, pues se consideran superficiales e innecesarias. Por lo tanto, observa tu entorno y la forma en que reaccionan a las conversaciones para poder adaptarte a la situación en la medida de lo posible.

A esto se suma la barrera del idioma, la presión social que te hace sentir como un extraño, una sensación de intensa soledad y mucho más. Sin embargo, para beneficiarse plenamente de esta experiencia única de expatriación, no debes esconderte detrás de una excusa.

Cómo afrontar el choque cultural

El mejor enfoque para el choque cultural es uno obvio pero muy difícil: reconocer que hay diferencias y aceptarlas sin cerrarse.

Enfoque basado en el conocimiento

Recuerda que debes informarte sobre su país de acogida. Este es un paso esencial en la lucha contra el choque cultural. Cuanto más sepas sobre tu nuevo entorno, mejor. Observa atentamente cómo actúan y reaccionan las personas nativas en diferentes situaciones y aprenda a enfrentarte a situaciones similares de forma adecuada.

Invierte también en aprender el idioma local. Los libros y los sitios web son buenas fuentes de información, pero la mejor fuente es la gente que vive allí. La mayoría de las personas está orgullosa de su cultura y se alegran de mostrarla a los recién llegados. Haciendo las preguntas adecuadas y mostrando auténtica curiosidad (nunca hostilidad o ridículo), obtendrás toda la información que desees.

Por último, hacerse amigo de las personas nativas es beneficioso en muchos sentidos. Establecer conexiones es beneficioso porque reduce los sentimientos de aislamiento y soledad.

Enfoque basado en actividades

El estrés asociado a la vida de expatriado conduce inevitablemente al estrés físico. Esto puede provocar enfermedades que afecten tanto al metabolismo como a nivel psicológico. Por lo tanto, desarrollar buenos hábitos físicos es primordial ante el choque cultural. La actividad diaria es clave: sal, pasea, explora tu entorno, haz ejercicio… pero nunca te aísles durante varios días. Mejorar el entorno del hogar también puede ayudar: adoptar una mascota, planificar los días… ¡o no!

Enfoque emocional

La forma más eficaz de afrontar el choque cultural es adaptarse. Deja atrás tu antigua cultura e intenta adaptarte a la nueva poco a poco. Es importante tener la mente abierta. Acercarse a esta nueva cultura con una mente abierta y con respeto llevará a un resultado mucho mejor que ser desconfiado y crítico.

Hay muchas formas de adaptarse de forma óptima:

  • Crea una base social sólida (amigos, familia, trabajo). Estos últimos actúan como un pilar de apoyo y soporte moral ante el choque.
  • Agudiza tu mirada viendo la estancia en el extranjero como una oportunidad de crecer como persona.
  • Sal de tu zona de confort, aunque solo sea durante unos minutos al día.
  • Apunta tus experiencias, pensamientos y sentimientos en un diario o blog.
  • Conoce a las personas nativas.
  • Esfuérzate en aprender y, sobre todo, en utilizar la lengua.
  • Establece objetivos pequeños y alcanzables y evalúa tu progreso con regularidad.
  • No culpes a la cultura de acogida si las cosas no salen como desearías.

Así pues, hay muchas razones para dejar tu país y vivir la experiencia de expatriarse en el extranjero. Si el choque cultural era una de las razones por las que aún dudabas, ¡deja de pensarlo más! Con un poco de esfuerzo por tu parte, puedes hacer de esta experiencia única uno de tus mejores recuerdos.

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