«Wir haben es satt!» Berlin contra la industria agropecuaria

“WIR HABEN ES SATT!”: BERLIN CONTRA LA INDUSTRIA AGROPECUARIA

El pasado sábado, 19.01.2019, unas 35.000 personas, según los organizadores, se manifestaron, por noveno año consecutivo, en Berlín, por el cambio agrícola y la reconversión de la industria agropecuaria. La protesta fue organizada por la alianza de colectivos y asociaciones “Wir haben es satt!” («¡Estamos hartos de esto!) y se produjo en el marco de la Semana Verde Internacional, la feria dedicada al sector agrícola que se celebra anualmente en Berlín y de la Conferencia Internacional de Ministros de Agricultura que reunió a representantes de más de 70 países con el tema de la digitalización de la agricultura como eje central de este año.

La manifestación “Wir haben es satt!” fue iniciada en 2011 por Meine Landwirtschaft (Mi agricultura), una amplia coalición de más de 50 organizaciones agrícolas, animalistas, ecologistas y medioambientales, que a través de diversas campañas, congresos y eventos de discusión, muestran claramente la ventaja de los cambios agrícolas y nutricionales, informando sobre diferentes temas relacionados con la agricultura sostenible y la buena alimentación y promoviendo un diálogo más fructífero entre productores y consumidores a lo largo y ancho del país.

La gran manifestación del sábado, dirigida principalmente contra la industria agropecuaria y la producción agrícola intensiva, congregó, nuevamente un año más, a decenas de colectivos y organizaciones no gubernamentales, entre ellas asociaciones agrícolas, ecologistas y defensoras del bienestar animal y del desarrollo sostenible. En la marcha, encabezada por cerca de 170 tractores de pequeños agricultores provenientes de toda Alemania, una multitud de pequeños propietarios y agricultores orgánicos, apicultores, panaderos, cocineros, conservacionistas y un amplio espectro de la sociedad civil se manifestaron contra los efectos fatales de la agricultura industrial intensiva y señalaron las líneas a seguir para conseguir una agricultura campesina mejor para el futuro, más amiga de un buen sistema alimentario y de la sostenibilidad.

Gente de todas las edades y provenientes de toda Alemania, entre ellos muchas familias enteras, salieron a la calle y se pasearon disfrazados muchos de ellos como mazorcas de maíz o como abejitas, pollitos, vaquitas y cerditos, entre otros animales, con carteles reivindicativos que decían «Más mariposas», «Abolir fábricas de animales» o «Conservar la biodiversidad». Paralelamente, durante todo el recorrido de la marcha sonaron batucadas y mucha música, junto con centenares de consignas. Mismamente, se produjo también una cacerolada monumental frente al lugar de la conferencia.

Finalmente, el escenario situado detrás de la Puerta de Brandenburgo especialmente para la ocasión, vibró con la música y los parlamentos y tanto allí como durante toda la manifestación, los portavoces de los manifestantes y la colorida marcha le exigieron, a gritos y en todo momento, al gobierno federal, unas políticas y una legislación agrícolas y medioambientales más justas, a favor del bienestar animal, la buena agricultura, la justicia climática, el comercio justo, el fin de las exportaciones de dumping y por un desarrollo agrícola sostenible y una alimentación más saludable para todos. Para acabar, le exigieron conjuntamente a la ministra federal de Agricultura, Julia Klöckner, una reforma agraria más justa para todos, pidiéndole, a su vez, una mejor redistribución de los fondos de ayudas de la UE que recibe anualmente Alemania, buscando conseguir así un mayor respaldo para las pequeñas y medianas empresas del sector, ya que según sus estimaciones, el 80 por ciento de las ayudas se destinan tan solo al 20 por ciento de las empresas, siendo estas en su gran mayoría grandes corporaciones.

Así, se pidió una vez más al gobierno federal, una reestructuración, según ellos, totalmente necesaria de la agricultura en la próxima reforma de la política agrícola común de la UE (PAC). Según los organizadores, en las negociaciones en Bruselas, el gobierno federal tiene que apostar, de una vez por todas y firmemente, por nuevas políticas que defiendan mejor el medioambiente y los intereses de los pequeños agricultores, que mantengan a los animales en mejores condiciones de vida, que creen paisajes amigables con los insectos y que produzcan comida más saludable. Igualmente resaltaron que, a pesar de considerarla aún insuficiente, en la última reforma respecto a los subsidios agrícolas se logró al menos ya, a su entender, un pequeño gesto y la UE le permitió a sus estados miembros reasignar el 15 por ciento de los millones que actualmente se pagan principalmente por la propiedad de tierras agrícolas a programas medioambientales.

 

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