Buenos propósitos de Año Nuevo

Buenos propósitos de Año Nuevo

Llega el Año Nuevo y normalmente empezamos el año llenos de optimismo, ilusión, fe, esperanza y, como no, quién más quién menos, cargados todos y todas de innumerables buenos propósitos y nuevos proyectos, ya que no hay que perder nunca la fe, la esperanza y las ganas de vivir siempre mejor y con la máxima calidad de vida posible, está claro. Propósitos y proyectos pero que, en muchas ocasiones, con el paso de los meses y muy a nuestro pesar, vamos dejando por el camino, debido a las dificultades o problemas vitales con los que nos vamos encontrando a medida que avanza el año y la vida, en general. No obstante, no por esta razón tenemos que dejar de proponérnoslos y de intentar concretarlos, ya que, paralelamente a nuestros fracasos, van siempre nuestros éxitos y por este mismo motivo, muchas otras veces, sí somos capaces de concretar y de cumplir nuestros objetivos de mejora personal y vital y, como consecuencia, obtenemos una inmensa alegría y una mayor calidad de vida.

Así, al ver que pasan los años y sobre todo al cambiar de un año al siguiente o al cumplir uno años de nuevo, tomamos mayor conciencia del paso del tiempo y de que no somos dioses sino seres humanos imperfectos y limitados y que siempre hay muchas cosas que podemos hacer y mejorar para que este Año Nuevo que comienza sea un año mejor, un año más próspero y más rico en vivencias y experiencias maravillosas que el anterior. De hecho, tomar más conciencia, mejorar nuestras actitudes y dejar nuestros malos hábitos y buscar una mayor realización personal a través de cambios sustanciales en nuestro día a día puede convertirse, sin lugar a dudas, en algo maravilloso y perfecto. Por desgracia, como todos sabemos, una cosa es pensarlo o decirlo y otra muy diferente es realizarlo o conseguirlo. Muchas veces los buenos propósitos implican un cambio radical de conductas fuertemente establecidas y arraigadas, junto con una fuerza de voluntad desmesurada que hay que volver a entrenar cuando está oxidada, a causa de un uso irregular y poco frecuente, así que lograr llevarlos a buen fin, nunca resulta una tarea fácil, pero no por ello tenemos que rendirnos y dejar de intentarlo.

Como en Berlin Translate somos conscientes de esta problemática, vamos a intentar enumerar en este artículo, no solo cuáles son los buenos propósitos más comunes sino que, Además, apuntaremos y revisaremos también algunos pasos sencillos para saber cómo lograr que vayan sobre ruedas y que, en su conjunto, lleguen con viento en popa a toda vela a buen puerto. Para ello empezaremos diferenciando entre buenos propósitos personales o individuales, por una parte y sociales o colectivos, por la otra y luego apuntaremos los tres pasos que consideramos necesarios para su exitosa consecución.

Entre los buenos propósitos personales o individuales, suelen encontrarse: viajar más y buscar una mayor cercanía con la naturaleza en general, leer más, pasar más tiempo con la familia, conocer gente nueva, acudir a todas las revisiones médicas o adoptar una mascota. Igualmente, aprender alguna cosa nueva interesante como sea un idioma, a tocar un instrumento, a cocinar o adquirir un hobby divertido o incluso empezar a dibujar un cómic o a escribir un diario o un libro, explorando así más a fondo nuestra creatividad son buenos propósitos de Año Nuevo muy comunes. Aún de forma semejante, están todos aquellos referidos a la salud como comer menos y más sano, ser menos sedentario y hacer más ejercicio, bajar de peso, levantarse más temprano, descansar y dormir más y mejor, así como abandonar algunos malos vicios y, así finalmente, dejar de fumar, de beber tanto alcohol o de comer chocolate, dulces o cualquier otra cosa a todas horas.

Mientras, por otro lado, existen además otros retos más personales referidos a las mejoras en la forma de ser de cada uno como intentar ser más responsable, más puntual, más social y más empático. Porsupuesto, montar una empresa nueva, ser más productivoy ganar más dinero, para unos y, por el contrario, trabajar menos para sufrir menos estrés y vivir mejor, además de intentar ahorrar más y gastar menos innecesariamente, para otros, también se pueden destacar en nuestra lista. Asimismo, no podemos olvidarnos de que hoy en día, a su vez, muchos enfocan sus buenos propósitos de Año Nuevo en desconectar en el más amplio sentido de la palabra: menos televisión, menos Facebook y Instagram, menos chatear y menos redes sociales en general, situación que incluiría desconectar el internet por las noches, así como desconectar del correo electrónico, de whatsapp y de ciertos números de teléfono o del celular y el ordenador casi por completo fuera del horario laboral y sobre todo los fines de semana.

Ya para acabar esta numerosa lista, podríamos mencionar, como uno de los buenos propósitos que consideramos más importantes a nivel personal,uno de los grandes dilemas de la gran mayoría de la gente: quejarse menos y proponer más, es decir, a partir de este Año Nuevo que comienza, acabar con las críticas destructivas, de una vez por todas, para llenar mayormente nuestras vidas y las de los demás de críticas constructivas.

Por otra parte, entre los buenos propósitos colectivos o sociales preferidos podríamos nombrar, a grosso modo, dar más las gracias y ser más amables con nuestros seres queridos sobre todo y a nivel social en general, así como ser más respetuosos con el medioambiente y desearle a toda la humanidad entera toda la paz, amor, salud, dinero, suerte y felicidad del mundo. De la misma forma, ser menos egoístas y más altruistas y hacer más buenas obras, junto con respetar, amar y ayudar más a los demás y odiar menos y deshacerse de los prejuicios, también podrían entrar en este ámbito.

Ahora bien, como hemos dicho, no es suficiente con nombrarlos o tenerlos en mente para realizarlos. Lanzarse a desarrollar una actividad nueva y diferente siempre es un desafío para uno mismo y, del mismo modo, todos sabemos que no resulta tan fácil cambiar, de la noche a la mañana, patrones de conducta establecidos a lo largo de tantos años y poder hacer borrón y cuenta nueva tan fácilmenteante la dificultad que nos plantean estos cambios. Así, como primer paso, os diremos que hay que ser realista y plantearse, de buenas a primeras, objetivos posibles en lugar de intentar realizar hazañas imposibles sin estar aún bien preparados para ello. Mismamente intentar alcanzar nuestras metas una a una y no todas a la vez, ayuda mucho. Por ello, hay que fijarse bien el o los objetivos decididos con anterioridad y planificar bien el camino que vamos a llevar para conseguir realizarlos. Acto seguido y como segundo paso, tenemos que empezar a aplicar nuestro plan y valorar, a diario, los pequeños éxitos en el camino sin pensar en el resultado final, ya que cada pequeño logro en el momento de cambiar un hábito enraizado es ya de por sí una pequeña victoria, de la misma forma que tenemos que entender que empezar a hacer algo nuevo y diferente nunca es fácil. Como tercer paso creemos que es muy importante compartir nuestros logros con toda nuestra familia y nuestros seres queridos, ello nos hará ser aún más conscientes de que realmente estamos aprendiendo algo nuevo, cambiando ciertas conductas y mejorando. Esta misma confirmación objetiva, gracias a las valoraciones positivas de los demás, nos ayudará a creer mucho más todavía en nosotros mismos y a continuar caminando y viviendo mucho más convencidos y felices al ver que estamos logrando hacer realidad los buenos propósitos que habíamos elegido y proyectado.

Finalmente, para despedirnos y cerrar esta exposición de los buenos propósitos de Año Nuevo y de cómo conseguir hacerlos realidad, solo nos queda desearos a todos y a todas: ¡Muchos Ánimos y Mucha Suerte con vuestros buenos propósitos y vuestros nuevos proyectos y desafíos para este Año Nuevo 2019 que comienza!

Y de la misma forma deciros que si no lo conseguís este año, no os sintáis mal ni os frustréis en absoluto, ya que nadie es perfecto y seguramente el problema esté más en que no seguisteis al pie de la letra los pasos para su consecución que os hemos dado, que en el hecho en sí de que no lo hayáis intentado lo suficiente. Por ello, solo queremos recordaros, que si este año no lo conseguís del todo, el año que viene siempre podéis volver a intentarlo y seguramente vais a hacerlo mucho mejor. Para ello, claro, solo tenéis que seguir un poco más de cerca y con cuidado, los tres pasos que aquí, en nuestro artículo, os hemos apuntado.

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